
Iniciado por
silvi_1982
Pues yo soy profesora de ESO en un colegio concertado y de momento, no me planteo ni por asomo opositar, aunque no lo descarto. ¿Por qué? Porque en Madrid los profesores de concertada cobraremos igual que los de pública (en 2013), porque tengo horario de mañana exclusivamente (8.15 a 15) y porque tengo las mismas vacaciones que en el instituto, es decir, que la única diferencia es que no tengo asegurado el puesto de por vida, a pesar del contrato indefinido.
Hice el CAP por hacerlo, pero nada más acabar empecé dando clases en una academia, y de ahí pasé a dar clases de inglés extraescolar en 3 colegios durante un curso completo. Me cogieron en un colegio privado para dar CC.NN. en inglés en ESO, de ahí me fui a otro colegio más cercano a mi casa, concertado, y ahora he acabado en éste, donde doy Tecnología y Matemáticas.
En teoría, nuestra carrera más el CAP, habilita directamente para dar Biología, Geología, CC.NN., Ciencias para el Mundo Contemporáneo (1º Bach) y CC. de la Tierra y el Medio Ambiente. Si durante la carrera se han estudiado más de 100 horas de otras asignaturas, se pueden pedir una habilitación que permite impartir esas asignaturas en colegios privados y concertados. Yo la tengo para Física, Química, Matemáticas, Tecnología e Inglés, y voy a solicitarla para Economía y Francés. La de Tecnología se da sólo a licenciados en Ciencias e Ingnieros, y las de idiomas se dan sólo a titulados en Letras con Certificado de Aptitud de la Escuela Oficial de Idiomas. En mi caso, tuve que hablar directamente con el Inspector de Educación de la Delegación de Área Territorial que me correspondía para enseñarle mis títulos y certificados de haber trabajado enseñando idiomas.
Y la manera de entrar en estos colegios es enviando CVs, porque año tras año, he enviado 350-400 CV a los colegios de Madrid (de un listado de 466 colegios) y mirar toooooodas las páginas webs de empleo en Educación. Sólo este pasao verano me llemaron de cerca de 20 colegios, y pude permitirme el lujo de elegir.
Y para terminar: para mí ya no hay nada como la enseñanza, es lo mejor que pude hacer. Es cansado, agotador, acabo harta muchos días y deseando que llegue el fin de semana, pero ahora en vacaciones les echo de menos, y me doy cuenta de lo gratificante que es ver que consigues enseñarles y ver que ellos aprenden. Y todo a pesar de lo pesados que son muchas veces.